Las barreras certificadas están bajo pruebas de impacto real según Norma Europea EN 1317/1-2, cumpliendo con la función principal de impedir la salida del vehículo de la vía y evitar que éste pueda invadir el sentido contrario. La estructura metálica que compone la barrera debe presentar un grado de deformabilidad elástica, capaz de absorber y disipar la energía producida por el impacto de un vehículo.